La presencia de las Fuerzas Armadas (FFAA) en diversas esferas de la vida pública, que abarcan desde las tareas de seguridad hasta funciones relacionadas con el desarrollo y el ámbito humanitario, suscita debates importantes entre múltiples actores sociales y políticos, como organizaciones de la sociedad civil, academia y centros de investigación, comunidades organizadas, colectivos de víctimas, entre otros. La militarización y el militarismo son conceptos centrales en estas discusiones, en tanto se refieren a fenómenos relacionados que explican el aumento de la influencia militar y de las nociones de guerra en áreas que tradicionalmente habían estado reservadas a instituciones civiles.
En este contexto, la militarización de las fronteras y de la política migratoria se ha profundizado exponencialmente en los últimos años. La presencia militar en las fronteras, destinada a frenar los flujos migratorios, a menudo se traduce en situaciones de riesgo para las personas, quienes de por sí enfrentan condiciones peligrosas, de explotación y múltiples violencias durante su tránsito. Esto ha llevado a organizaciones de derechos humanos a pronunciarse en favor del derecho a migrar, y a evidenciar las violaciones de derechos humanos en las rutas, así como las consecuencias de la contención y la detención migratoria en los países de tránsito y de destino.
El despliegue del ejército, la Marina y la Guardia Nacional (GN) en las fronteras, así como la utilización de estrategias y tecnologías militares para contener los flujos de personas migrantes, ha abierto una discusión sobre la militarización de la política migratoria y, por ende, de la institución encargada de su instrumentación, es decir, el INM.
La investigación documenta y analiza, desde la perspectiva de transparencia y rendición de cuentas, algunos aspectos que evidencian la militarización del INM, así como la transversalización de creencias, valores y supuestos que enfatizan el uso de la fuerza como el medio más apropiado y eficaz para el control migratorio, el militarismo.
La investigación se basa en el análisis de cinco indicadores: a) la construcción discursiva que coloca a la persona migrante como enemigo externo; b) el uso de armas de fuego de uso exclusivo del ejército durante la detención migratoria, así como en centros de detención y retenes; c) el incremento de perfiles militares en puestos estratégicos
del INM y la capacitación de sus agentes en cuarteles de la SEDENA; d) el empleo de tecnologías de videovigilancia para el reconocimiento del terreno y la recopilación de datos biométricos; y e) la asistencia diplomática, tecnológica y económica a México por parte de agencias de Estados Unidos para el control de las migraciones.
VER INFORME COMPLETO: https://prami.ibero.mx/wp-content/uploads/2024/04/Informe-Militarizacion-INM_2024.pdf
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