El éxodo migratorio se enfrenta a una cacería cruel e inhumana ejecutada por cientos de agentes de la Guardia Nacional y del Instituto Nacional de Migración. Las vidas de miles de personas migrantes y con necesidades de protección internacional en México son orilladas al límite de su existencia por una política migratoria que claramente responde a los intereses de Estados Unidos.
- Aproximadamente 2000 personas de distintas nacionalidades intentan escapar del muro conformado por la militarización, la burocracia, la criminalización, la xenofobia, el poco acceso a derechos básicos y por las condiciones indignas de vida que las han aprisionado en la ciudad de Tapachula.
- Tras un cerco de casi 500 elementos de la Guardia Nacional, junto con agentes del INM y de la Policía Federal, son obligados a desplegarse por los matorrales poniendo en riesgo la vida, llevando a cabo una persecución para la detención de, en su mayoría, familias viajando con niños, niñas y bebés, así como de mujeres embarazadas.
- Decenas de familias provenientes de África, Centroamérica y el Caribe, han sido separadas y hay por lo menos dos personas heridas.
- El operativo militar de esta magnitud impuso tanta violencia psicológica ante personas desprotegidas y en condiciones de gran vulnerabilidad, que la mayoría de ellas, con temor, no opuso mayor resistencia a ser privadas de la libertad y devueltas a un callejón sin salida.
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